13 Aug |
Los amigos y el deporte de alta intensidad, aliados de la autoestima en la adolescencia
.
.
Cerca de casa hay un instituto que, después del cierre de sus aulas, por la tarde, abre su puerta principal para que asistan los jóvenes que realizan alguna actividad física fuera de las horas de la educación formal. Deportes sujetos a “extraescolares”. Dos o tres días por semana, entrenan al voleibol un grupo de chicas, de unos 14 años. Suelo detenerme a observarlas mientras juegan. Me gusta ver la destreza con la que mueven el balón entre ellas, levantándolo suavemente con la yema de los dedos, evitando que se precipite al suelo y manteniéndolo en el aire el tiempo necesario, hasta que una de ellas golpea bruscamente el balón por encima de la red con la seguridad de que el contrario no podrá bloquearlo y caerá al suelo para conseguir que un nuevo punto suba al marcador. Aunque la técnica que emplean en el juego es importante para lograr sus objetivos, ganar el partido, no es el único elemento necesario para que eso suceda. Igual de importante que una buena práctica en la ejecución del deporte es la conexión entre sus integrantes, si hablamos de deporte de equipo, aunque también es extrapolable a cualquier actividad física vigorosa que se realice “junto a amigos”. Porque la conexión entre el apoyo del mejor amigo y la actividad física vigorosa favorece una buena autoestima global. Esa es una de las principales conclusiones a la que ha llegado el estudio El apoyo proporcionado por el mejor amigo y la actividad física de alta intensidad en relación con los beneficios y la autoestima global en adolescentes, publicado por Diogo Monteiro, Filipe Rodrigues y Víctor P. Lopes en la Revista de Psicodidáctica.
Leave a Reply